Ciertos años para acá están poniendo en marcha algunas tácticas como éstas:
Fumigación a la población desde aviones con estelas químicas o Chemtrails, que arrojan una serie de sustancias químicas no precisamente saludables para el organismo humano. Esta técnica en colaboración con el Proyecto Haarp pretender producir además una gran sequía mundial, que se traduzca en pobreza y deterioro de las condiciones de vida humana en el mundo.
Fabricación de Huracanes, Terremotos, y Tsunamis a domicilio, mediante el Complot Secreto Haarp, el control militar del clima, utilizado como un arma devastador de guerra, para aquellos países que no quieran entrar por el aro de la Globalización.
Fabricación de Crisis Económicas Ficticias a nivel planetario, estrangulando y poniendo contra las cuerdas la economía de los países, provocando hundimiento financiero, despidos laborales, aumento del paro, negación de créditos, endeudamientos, paralización de los sectores productivos, etc...
Alteración de los alimentos naturales, introduciendo secretamente material transgénico.
Fabricación secreta de extrañas epidemias, como el sida, el síndrome de las vacas locas, etc..., dirigidas contra ciertos sectores de la población mundial. En este sentido, la población de África ha sido un objetivo tradicional y una triste víctima de los experimentos de los laboratorios secretos, que por medio de supuestas campañas de ayuda humanitaria para la vacunación y la prevención, han perseguido la reducción de la población africana.
No seguir el juego a las consignas masónicas de los gobiernos, que nos van a hablar de la amenaza de un supuesto terrorismo internacional, invisible claro, inconcreto, y que quieren el apoyo de los ciudadanos para abrir guerras "buenas" contra países que supuestamente forman hipotéticos Ejes del Mal, inexistentes. Todas las guerras son crímenes contra la Humanidad, y más aún si son inventadas.
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